En CHANGE, creemos que cada cuerpo cuenta una historia, y algunas historias tienen el poder de salvar vidas. En colaboración con la asociación danesa de donación de órganos Organdonationsforeningen, te presentamos cinco historias conmovedoras de mujeres cuyas vidas cambiaron para siempre gracias a la donación de órganos. Algunas son receptoras, otras donantes, todas son prueba viva de que nuestros cuerpos llevan mucho más que belleza.
Llevan fuerza, cicatrices, amor y esperanza.
Estamos profundamente agradecidos con Heidi, Randi, Rikke, Steffie y Clara por compartir sus historias. Al hablar con valentía, rompen tabúes, abren corazones y muestran el impacto que tiene decir “sí” a la donación. Descubre sus testimonios a continuación y ayúdanos a crear conciencia sobre una causa que verdaderamente importa.
Conoce a Heidi y Randi – hermanas gemelas unidas por la donación de órganos
Heidi enfermó gravemente de los riñones siendo adolescente. Después de años de salud deteriorada, recibió un trasplante de riñón que le salvó la vida en 1993, donado por su hermana gemela idéntica, Randi. Hoy ambas llevan vidas plenas, y su vínculo es más fuerte que nunca. A través de sus cicatrices compartidas, muestran lo que puede ser el amor y la hermandad en su forma más pura.
¿Qué te motivó a compartir tu historia?
Heidi: “Llevo el riñón de Randi más de la mitad de mi vida. Lo cambió todo. Me convertí en madre, en abuela. Nada de eso habría pasado sin ella. Cuando la gente escucha nuestra historia, quiero que piensen: ‘Vaya, no sabía que se podía vivir plenamente después de algo así.’ Porque sí se puede. Somos la prueba viviente.”
¿Por qué decidiste donar tu riñón?
Randi: “Nunca fue una duda para mí. Si tu hermana necesita un riñón para vivir, se lo das. Hemos vivido juntas, criado a nuestros hijos juntas – somos más que hermanas. Somos parte integral de la vida de la otra en todos los sentidos.”
Conoce a Marie – aceptando una segunda oportunidad tras recibir el mayor regalo
Marie tenía 26 años cuando enfermó gravemente por primera vez. Su hígado falló rápidamente debido a una combinación de problemas de salud no diagnosticados y un pasado con problemas de alcohol. Después de múltiples experiencias cercanas a la muerte y meses en el hospital, recibió un trasplante de hígado en noviembre de 2023. Hoy está reconstruyendo su vida con una nueva claridad y gratitud.
¿Qué significa para ti la donación de órganos?
“El ‘gracias’ no es suficiente. Solo quiero vivir mi vida de forma que la persona que me dio esta oportunidad pueda saber cuánto significó para mí, más de lo que jamás podría imaginar. Creo que es importante que la gente entienda que la donación no es algo que se te quita, sino una serie de regalos que puedes dar a otros. Y no es solo un regalo de uno a uno. En mi caso, alguien devolvió a un hombre a su esposa. Tal vez unos hijos recuperaron a su madre. Dieron una hermana, una hija, y, con suerte, también una buena ciudadana. Esas ondas que se expanden en el agua.”
¿Por qué crees que la visibilidad es importante?
“Sé que muchas mujeres luchan con la relación que tienen con su cuerpo, y esa es una de las razones por las que quise participar en esto. Nuestros cuerpos son reales, y han pasado por cosas reales. Espero que alguien vea mis cicatrices y diga: ‘Oye, yo también tengo cicatrices, y está bien. Puedo mostrarlas.’”
Conoce a Rikke – viviendo plenamente para honrar el regalo que le salvó la vida
Rikke comenzó a sentirse mal a principios de sus veinte años. Tras años de diagnósticos erróneos y lucha contra el lupus, su función renal se deterioró hasta que necesitó diálisis. En 2017, su exesposo le donó un riñón. Hoy Rikke vive una vida plena, con una profunda gratitud y una nueva perspectiva sobre lo que significa ser fuerte.
¿Qué te gustaría que más personas supieran sobre la donación de órganos?
“Quiero que más gente entienda lo que realmente es la donación de órganos. No se trata solo de una cirugía, se trata de ayudar a alguien a vivir. Si dices que sí a ser donante, podrías regalarle a alguien una vida completamente nueva. Eso es increible.”
¿Cuál fue la parte más difícil de tu proceso?
“Tardé años en confiar verdaderamente en que mi riñón estaba funcionando. Apenas me movía por miedo a que dejara de funcionar. Me tomó mucho tiempo sentir que podía volver a vivir mi vida, ser activa, hacer ejercicio, subir mi ritmo cardíaco o ir a un festival, y que los resultados médicos seguirían siendo buenos. Tuve que aprender que está bien vivir un poco, y que el riñón sigue resistiendo. Incluso hoy, una semana antes de hacerme análisis, empiezo a entrar en pánico. He vivido tanto tiempo con malos resultados que todavía me preparo mentalmente antes de ver los números.”
Conoce a Steffie – encontrando fuerza, alegría y propósito tras el trasplante
Nacida con insuficiencia renal, Steffie ha recibido dos trasplantes: uno de su abuela a los 7 años, y otro de su madre a los 21. Su historia es una de resiliencia a través de años de enfermedad, recaídas y hospitalizaciones. Hoy, Steffie es enfermera y comparte su camino para generar conciencia y recordarnos que la vida es un regalo para ser vivido con plenitud y alegría.
¿Cómo ha influido tu experiencia en tu forma de vivir hoy?
“La mejor manera que tengo de agradecer a mi familia – a mi mamá, a mi abuela – es vivir mi vida al máximo y cuidar el regalo que me han dado. Así es como honro lo que han hecho por mí.”
¿Qué ves cuando miras tus cicatrices?
“Durante muchos años, no sentía que mi cuerpo fuera mío. Los médicos me operaron, me hicieron procedimientos – siempre con mi consentimiento, claro – pero no sentía que tuviera el control. Durante años me sentí insegura por mis cicatrices. Me tomó mucho tiempo, pero ahora estoy increíblemente orgullosa de ellas. Cuentan la historia de lo que he superado. Son un recordatorio diario de lo fuerte que soy. Participar en esta sesión fue una forma de recuperar mi cuerpo.”
Gracias a las mujeres que compartieron sus historias con nosotros
En CHANGE, creemos en el poder de la visibilidad. Al mostrar sus cicatrices, su fortaleza y su verdad, estas mujeres ayudan a romper el silencio y el estigma que rodean la donación de órganos. Su valentía nos recuerda que la belleza no está en la perfección, sino en la vida que vivimos y en las decisiones que tomamos.